El Club Deportivo Guadalajara firmó su alegría más grande desde la llegada de Gabriel Milito como director técnico y un artífice de ese logro fue Armando González. La Hormiga marcó el 0-2 parcial cerca del final del partido contra el Club América (terminó 1-2) y su festejo de cara a la parcialidad local desató la bronca de los azulcremas.

Después de definir su gran jugada personal con pierna izquierda, el delantero se fue contra la cabecera del Estadio Ciudad de los Deportes que estaba repleta de aficionados del América. Allí, González se señaló el escudo de Chivas de su playera y lo besó, mirando desafiante a los fans adversarios.

Inmediatamente, quienes estaban apostados en la tribuna de la portería que defendía Luis Malagón comenzaron a arrojarle una infinidad de cosas. Líquidos y objetos volaron contra la humanidad de González y los jugadores del Guadalajara que llegaron para celebrar con su compañero.

Además, el enojo se extendió a los jugadores del América. Algunos de ellos increparon a sus colegas rojiblancos, por lo que se produjo un tumulto en el centro del campo de juego. El árbitro Óscar Mejía repartió un par de tarjetas amarillas para calmar la situación.

Armando González se mostró muy contento luego de marcarle al América

La Hormiga emuló a su padre, que en la temporada 1992/1993 también anotó en un Clásico Nacional. “Era una victoria que este equipo merecía, que había trabajado y no se nos había dado. Estoy muy orgulloso de todos mis compañeros. Desde el primer minuto de esta semana trabajamos este partido”, expresó el centrodelantero.

“Estoy muy contento. Desde el clásico pasado me quedé con esa espina porque no pude meter gol. Toda esta semana me la pasé viendo el gol que metió mi papá en el clásico. Quería meter un gol hoy, gracias a Dios se pudo”, agregó Armando González en TUDN.