José Juan Macías supo ser en su momento una de las grandes promesas del fútbol mexicano. Formado en Chivas, su talento goleador lo llevó a destacar desde joven, lo que le valió una oportunidad en el futbol europeo. Sin embargo, en su breve paso por Getafe no tuvo las oportunidades esperadas y regresó al Rebaño Sagrado, donde su carrera tomaría un rumbo inesperado.
Desde su vuelta a Chivas, Macías ha vivido un auténtico calvario con las lesiones. Su tiempo en Guadalajara estuvo marcado por constantes problemas físicos que le impidieron tener continuidad. Finalmente, Fernando Gago decidió no contar con él, lo que lo llevó a salir en venta a Santos Laguna. Pero ni siquiera el cambio de equipo ha sido suficiente para dejar atrás la mala fortuna.
Más de 700 días y 86 partidos afuera por lesión
Las lesiones han sido una constante en la carrera de Macías. Desde junio de 2021, el delantero ha sufrido seis lesiones importantes, acumulando un total de 728 días fuera de las canchas. Esto equivale a 86 partidos perdidos, cifra que podría aumentar hasta los 90 o 95 debido a su reciente recaída, según los datos proporcionados en Mediotiempo.
Las lesiones más graves de Macías
- Junio de 2022: Ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.
- Febrero de 2023: Nueva ruptura del mismo ligamento cruzado anterior.
- Julio 2023: Lesión de meniscos en la misma rodilla afectada.
Macías volvió al gol en el Clausura 2025, pero volvió a sufrir lesión
Tras someterse a varias cirugías y un prolongado proceso de rehabilitación, Macías pudo hacer la pretemporada con Santos Laguna en este 2024. Parecía que por fin su suerte estaba cambiando. En la Jornada 2, luego de ingresar al minuto 78, logró marcar de penal su primer gol tras 981 días sin convertir. Sin embargo, a los pocos días, una nueva mala noticia golpeó al delantero: un desgarro en el bíceps femoral del muslo izquierdo lo ha vuelto a alejar de las canchas.
El caso de Macías es un ejemplo de cómo las lesiones pueden cambiar radicalmente la carrera de un futbolista. A sus 25 años, el delantero sigue luchando por recuperar su mejor versión, pero cada recaída hace que el camino sea más complicado. El reto para él y para Santos Laguna es claro: encontrar la manera de fortalecer su físico para evitar que estas interminables lesiones sigan marcando su historia.